Osteoporosis es causada por la leche. ¿No lo crees?
Puesto que la intolerancia a la leche se extiende cada vez más en todos los grupos de edad del mundo occidental, ciertos nutricionistas y médicos empiezan a sospechar que la leche de vaca no es, después de todo, un alimento tan natural para los humanos.
La leche es un alimento que genera mucha mucosidad, y puede causar irritación y congestión en el tracto intestinal. Cuando se consume regularmente, la leche puede llegar a formar un recubrimiento cada vez más duro e impermeable en el interior de las membranas intestinales; ello limita la absorción de nutrientes, incluido el calcio, el magnesio y el zinc que necesitamos para formar nuestros huesos. Es casi imposible tratar de modo eficaz, con medicamentos naturales, a personas que siguen congestionando su sistema digestivo con leche o productos lácteos; los medicamentos no son capaces de atravesar la capa endurecida de mucosidad que se ha formado ya en los intestinos.
La mayoría de las personas no tomarían leche si no estuvieran tan influenciadas por el mito de que la leche es esencial para los huesos. Si usted es propenso a padecer de OSTEOPOROSIS u OSTEOARTRITIS, conviene tener en cuenta los siguientes datos:
La leche de vaca puede ser rica en calcio, pero su desproporción entre calcio y magnesio puede dificultar su absorción. En determinadas personas o tipos corporales, el calcio puede depositarse en lugares en donde no hace falta, lo que puede producir una calcificación de huesos y otras partes del cuerpo.
· La mayor parte del calcio contenido en la leche de vaca está vinculado con la caseína, un producto químico contenido en la leche demasiado “crudo” para ser absorbido por las membranas intestinales humanas. La leche de vaca contiene 300 veces más caseína que la leche humana. Se puede conseguir más calcio absorbible con seis a ocho almendras que con un litro de leche de vaca. ¡Parece increible pero así es!
· La leche de vaca contiene más fósforo que calcio. Para metabolizar tanto fósforo, el cuerpo necesita cantidades suplementarias de calcio, que tiene que extraer de los huesos, los dientes y los músculos. Esto provoca una deficiencia de calcio en esas partes del cuerpo. Para compensar la repentina pérdida de calcio, el cuerpo intenta movilizar una mayor cantidad del mismo. El cuerpo dispone de varios métodos para fabricar este mineral que tanto necesita. Si dependiera totalmente del aporte de calcio del exterior, el 80% de la población actual a los 30 años habría perdido por lo menos un tercio de la masa ósea. Gracias a este mecanismo autorregulador, somos capaces de sobrevivir incluso con dietas extremadamente pobres y con una ingesta de calcio mínima. Podemos incluso ayunar tomando exclusivamente agua destilada durante varias semanas sin que se manifieste ninguna deficiencia de calcio (el agua destilada elimina calcio del cuerpo). Sin embargo, si el consumo de productos lácteos se prolonga durante mucho tiempo, las reservas de calcio se agitan con mayor rapidez de lo que demoran en reponerse, con el consiguiente deterioro del tejido óseo.
· Las proteínas de la leche contienen alrededor de tres veces más aminoácidos azufrados que las proteínas de origen vegetal. El consumo regular de leche y productos lácteos acidificaría la sangre y la mataría si el cuerpo no movilizara grandes cantidades de minerales para salvarse de la muerte ácida. Sin embargo, a largo plazo, esta medida de emergencia conduce a la desmineralización de tejidos y órganos y a la consiguiente acidosis. (vea nuestro blog sobre el cáncer para entender la relación entre dicha enfermedad y la acidosis, además de otras enfermedades crónicas).
· El almacenamiento de cantidades excesivas de proteína láctea en los tejidos conectivos y en las membranas basales de los vasos capilares limita la transmisión de minerales y vitaminas esenciales a los tejidos del cuerpo. Esto da lugar al agotamiento de nutrientes en los tejidos, ¡especialmente de los que forman los huesos y las articulaciones!
Las vacas mantienen sus huesos y dientes fuertes y robustos durante toda la vida y sacan la mayor parte del calcio de las hierbas que comen. Los gorilas, los elefantes y otros animales grandes, tampoco sufren osteoporosis. Ocasionalmente lamen piedra caliza, aunque, evidentemente, esto no bastaría para aportar las grandes cantidades de calcio que necesitan para construir y mantener sus pesados esqueletos. Si la leche fuera la fuente de calcio más útil e importante para los animales adultos, la naturaleza habría ideado, sin duda, diversas formas de aportárselo por medio de la leche a lo largo de toda la vida. Pero, en cambio, sólo toman leche en las fases iniciales de la vida.
Los gorilas son herbívoros, lo que significa que sólo consumen plantas vivas. Muchas personas suponen que por tener los dientes afilados también consumen carne, pero eso no es cierto, pasan muchas horas al día comiendo hojas, hierba, ramas, frutos, bayas y brotes; también comen algunos tipos de insectos pequeños.
El cuerpo humano necesita grandes cantidades de bilis para digerir la leche entera. Tomar leche entera regularmente puede agotar a la larga la capacidad del hígado de producir bilis, y tomar leche descremada empeora aún más las cosas. La leche descremada requiere de menos bilis para digerir la grasa contenida en la leche, pero la proteína de la leche no se puede digerir sin las elevadas concentraciones de grasa en la leche. Además, sin la suficiente bilis, tampoco es posible digerir o absorber el calcio adecuadamente. Las grandes cantidades de proteína láctea no digerida aumentan la acidez del cuerpo., y el calcio no utilizado puede dar lugar a la calcificación de las articulaciones, las arterias y los riñones. ¡Todo ello puede hacer que los alimentos proteínicos bajos en grasa resulten peligrosos para la salud!
¿CÓMO PODEMOS ENTONCES SUSTITUIR EL CALCIO SI NO ES A TRAVÉS DE LA LECHE?
Las hortalizas de hoja verde contienen cuatro veces más calcio que la leche entera. También hay mucho calcio en las almendras, las semillas de sésamo, el brócoli, la tuna, la avena, las frutas cítricas, frutas secas, entre otros alimentos naturales El calcio contenido en estos alimentos es fácilmente absorbido por el sistema digestivo humano, siempre que funcione adecuadamente.
En resumen, la osteoporosis y la osteoartritis son básicamente trastornos digestivos causados por una grave congestión y una dieta y un estilo de vida desequilibrados, pero casi nunca por una ingesta insuficiente de calcio. La osteoporosis es una afección prácticamente desconocida en lugares como África, donde la gente ingiere muchas menos proteínas que en los países desarrollados.
LA LECHE Y LOS NIÑOS
Terminamos este blog diciendo que la leche de vaca es muy buena para los terneros, pero no para los humanos.
La leche materna (humana) es el mejor alimento para el niño pequeño, hasta los 6 meses de edad por lo menos, y deseable hasta el año. A los 6 meses de edad el niño completa su base inmunológica y metabólica (hígado, páncreas) y esto le permite incorporar a su dieta alimentos más complejos. De de ahí en adelante el niño NO necesita leche, sólo necesita una dieta equilibrada, en lo posible rica en alimentos naturales, los que entre otros nutrientes importantes contengan calcio para fortalecer sus huesos y dientes, pero no necesita, ni le sirve ni le favorece la leche de vaca.
Detrás del consumo de leche y de productos lácteos hay una monstruosa campaña de marketing y de comercialización montada desde hace muchos años por la gigantesca industria lechera y por la industria alimenticia en general. Los únicos beneficiados son sus dueños y accionistas, pero los consumidores salimos perdiendo por adquirir diversas enfermedades, algunas llamadas «idiopáticas» (de origen «desconocido» o de aparición «espontánea»), y por vernos presionados a consumir y gastar mucho dinero en un producto que no necesitamos.