Comprobado: Hiperactividad infantil es provocada por colorantes y aditivos alimentarios
Un estudio publicado en el número de junio del 2004 de los Archives of Disease in Childhood (Archivos de Enfermedades de la Infancia), revista internacional dependiente de la prestigiosa British Medical Journal, concluía que “Los colorantes artificiales y los conservantes en ba
Otro estudio, realizado por pediatras del Royal Children’s Hospital de Melbourne, Australia, en el que luego de administrar alimentos que contenían tartrazina a niños sanos, analizaron los cambios de personalidad, demostrando que se tornaban irritables, inquietos y con trastornos del sueño (pesadillas e insomnio). El estudio concluyó que : “A mayor dosis de colorante, más intensos y prolongados fueron los cambios conductuales y después de eliminar la ingesta de los alimentos que tuvieran dicho colorante, mejoró su comportamiento”.
BENZOATOS
Los benzoatos son usados como conservantes y entre ellos se cuentan el benzoato de potasio y el benzoato de sodio. Su objetivo es eliminar levaduras, bacterias y hongos. El benzoato de sodio sólo es efectivo en condiciones ácidas (pH < 3,6), por lo que se usa en en productos como las conservas, aliños para ensaladas (vinagre), bebidas gaseosas (ácido carbónico), mermeladas (ácido cítrico), jugos de frutas (ácido cítrico), y en salsas de comida china. También se usa en varias bebidas gaseosas.
Un estudio conducido por el profesor Peter Piper, investigador de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, demostró que el benzoato de sodio usado como conservante en muchos alimentos, destruye el ADN de las mitocondrias celulares, provocando un fuerte proceso de envejecimiento. Se puede desencadenar cirrosis hepáticas y enfermedades degenerativas como mal de Parkinson. El benzoato de sodio se encuentra en jugos y bebidas gaseosas, que son muy consumidas por los niños de todo el mundo. Aunque el conservante ha sido aprobado por varias agencias de salud, la nueva evidencia ha levantado la alarma. El profesor Piper además explica que las pruebas hechas por el gobierno de Estados Unidos a través de la FDA (Food and Drugs Administration) usan protocolos fuera de rigor actual ya que se hicieron hace ya muchos años. «Mi preocupación son los niños», afirmó el profesor.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta con el uso de este y otros conservantes es su efecto nocivo en el proceso digestivo, por alterar notoriamente, no solo la flora intestinal y estomacal sino también la bucal, lo que dificulta la digestión de las comidas y en especial de los azúcares, pues un colaborador fundamental para la digestión son las levaduras presentes en el organismo humano y que estos inhiben o destruyen.
Según la prestigiosa Clínica Mayo, entidad sin fines de lucro ubicada en Rochester, Minnesota, EEUU, el benzoato de sodio puede provocar o exacerbar los síntomas o los episodios del trastorno por déficit atencional con hiperactividad (TDAH). Esta condición es mucho más común en los niños, pero también puede estar presente en los adultos. Los individuos afectados pueden volverse olvidadizos, tener dificultades para concentrarse y seguir instrucciones, o mostrar impulsividad. No es fácil determinar la relación exacta entre el benzoato de sodio y el TDAH porque hay otros aditivos para las comidas aparte del benzoato de sodio que pueden causar los mismos efectos secundarios.
Fuentes como DoctorNews.org han publicado también que el benzoato tiene la habilidad de de privar a las células de oxígeno, destruir el sistema inmunológico y causar cáncer.
COLORANTES
Los colorantes artificiales por su parte son muy usados en muchos productos tales como helados, jugos, caramelos, gelatinas, bebidas gaseosas, bebidas alcohólicas, bebidas energéticas e isotónicas, yogures y leches, productos de cocktail, papas fritas, palomitas de maíz, salsas, mostazas, medicamentos, etc. Por nombrar algunas de las utilizadas mencionamos las de tonalidad amarilla:
Amarillo crepúsculo. El amarillo crepúsculo o amarillo N° 6 es usado en diferentes productos tales como la mermelada de damasco, galletas y productos de repostería, sopas instantáneas, etc. Como efectos secundarios de esta anilina se sabe que puede provocar lesiones renales en en altas concentraciones.
Tartrazina. La tartrazina es un colorante amarillo que también se conoce como amarillo N° 5 o C y tiene un parentesco químico con la aspirina. Está presente en refrescos, jugos, productos de pastelería, flanes, gelatinas, postres, galletas, derivados cárnicos (embutidos, salchichas), conservas, vegetales, helados y caramelos. Como efectos secundarios se incluyen la tos espasmódica, crisis asmáticas en personas alérgicas a la aspirina, rinitis alérgica, picazón cutánea, insomnio o trastornos del sueño e hiperactividad. Según los especialistas esta sustancia afecta directamente la conducta de los niños por dos vías: despierta una reacción pseudo-alérgica en el organismo y la consecuente liberación de histamina. Este es un compuesto presente en todas las células del organismo y, en una situación normal, es liberada como respuesta del sistema inmunológico ante una inflamación o una alergia. Pero cuando la tartrazina llega al torrente sanguíneo afecta directamente a las células para que liberen histamina sin activar al sistema inmune. Por ello, no se manifiestan los síntomas propios de la alergia como dilatación de capilares, baja en la presión sanguínea, incremento en la secreción de jugos gástricos y picazón. Pero sí se evidencian cambios anímicos, irritabilidad, insomnio y ansiedad en los niños. Simultáneamente, actúa en el cerebro alterando los espacios sinápticos, donde se efectúa el intercambio de información entre neuronas, con síntomas similares: falta de concentración, somnolencia e hiperactividad. Se afirma que basta ser un consumidor habitual, por ejemplo de jugos artificiales, para que los síntomas se presenten. Un niño que toma jugos en sobre a diario, poco a poco va cambiando su conducta. Le cuesta prestar atención en clases, quedarse quieto y presenta intensos dolores de cabeza. Se sostiene, además, que la relación entre el consumo de colorante y el aumento en los niveles de histamina, es directamente proporcional.
Los colorantes se mezclan para producir otras tonalidades, por ejemplo el azul brillante mezclado con un amarillo producirá un color verde.
En Chile circulan cientos o miles de productos alimenticios que contienen ingredientes cuestionados por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Se venden en kioskos, almacenes y supermercados en todo Chile, algunos con calcomanías de regalo y atractivos envoltorios para que los niños los prefieran. Los niños son un lucrativo nicho comercial de la industria alimenticia.
Como recomendación general, si Ud. o alguno de sus hijos sufre de trastorno “hiperkinético”, o trastorno de déficit atencional e hiperactividad (TDAH), lo mejor que puede hacer es evitar la comida chatarra y la mayor cantidad de alimentos procesados, envasados, industrializados, ya que muchos de éstos contiene anilinas químicas o artificiales y benzoatos. En su lugar, prefiera una dieta más sana basada en productos e ingredientes naturales no procesados, en lo posible orgánicos, es decir, libres de pesticidas, antibióticos, hormonas, radiaciones u organismos genéticamente modificados (OGM). También conviene acostumbrarse a leer atentamente las etiquetas de los envases y poner especial atención al uso de benzoatos y de colorantes como los ya descritos y otras anilinas sintéticas. En caso de tener que consumir un alimento envasado, prefiera aquellos que tengan la menor cantidad posible de aditivos químicos y que utilizan colorantes de origen natural como los basados en betacaroteno, azafrán, rojo de remolacha, etc.
La figura de la izquierda muestra una típica etiqueta de mermelada hecha en Chile, la que NO advierte sobre los efectos secundarios de los ingredientes tales como colorantes y benzoatos. La figura de la derecha, de un país que obviamente no es Chile, advierte claramente sobre los efectos de la Tartrazina sobre la actividad y la atención de los niños. ¿Por qué en Chile no?